Cofradía de la Merced

Somos una institución civil sin fines de lucro, de antigua y reconocida trayectoria en Córdoba. Nuestro objetivo principal es convertir el aporte de nuestros asociados en servicios que puedan beneficiar a muchas personas.

Nuestra Misión:

Potenciar actividades de servicio, sociales y culturales que contribuyan a la promoción de la dignidad de cada ser humano, siempre bajo una mirada de espiritualidad que la complemente.

Nuestra Visión:

Constituir una organización, que fomente la igualdad social, promoviendo espacios y apoyo concreto a diferentes actores y proyectos sociales.

Nuestros Objetivos:

  • Generar alianzas estratégicas y promover políticas entre los diferentes actores sociales.
  • Programar actividades desde nuestro Centro Cultural fomentando en especial la inclusión y el trabajo en conjunto con otras organizaciones sociales en un marco solidario y democrático.
  • Sostener el crecimiento de nuestra Asociación Civil en todos sus ámbitos creciendo también  en su espiritualidad.
  • Brindar a nuestros asociados el mejor servicio en lo referente al cuidado y respeto de sus deudos, ofrecer servicios de salud a través de la afiliación voluntaria a una obra social, al menor costo posible, promover el desarrollo de nuevos servicios para brindar la tranquilidad a nuestros asociados.
  • Promover actividades, ecológicas sustentables y de respeto por el ambiente en ámbitos urbanos.
  • Fomentar el desarrollo local, tanto del ámbito productivo artesanal, como el de ámbitos artísticos.

Nuestros Valores:

  • Solidaridad
  • Equidad
  • Espiritualidad
  • Compromiso
  • Educación
  • Cultura
  • Amistad
  • Transparencia
  • Ecología

Nuestra Historia:

Las Cofradías, una de las más antiguas expresiones de solidaridad, nacieron entre los artesanos medievales como un medio de oración y ayuda mutua. Aparecieron en los momentos difíciles de la Edad Media, cuando los pobres no tenían una instancia a la que recurrir, entre las hermandades de artesanos. Se reunían, organizaban procesiones de oración y penitencia, en las que rezaban por los hermanos difuntos, daban limosna a los pobres como un medio de expiación de los pecados, y atendían a las viudas y a los hijos de los cofrades fallecidos o con pocas posibilidades económicas.

Muchas instituciones, como muchos hombres y mujeres, realizan sus actividades silenciosamente haciendo la historia de los pueblos sin que nadie se entere de la labor que desarrollan, salvo los protagonistas y su entorno, y más aún si el trabajo que realizan es una obra solidaria practicada por gente común, mujeres y hombres del pueblo, sin más títulos que la honestidad, disponibilidad, vocación de servicio, amor al prójimo y voluntad. Así nació la Cofradía de la Merced de la ciudad de Córdoba, iniciando sus actividades con hombres del pueblo con los atributos arriba descriptos, que fue trazando su trayectoria a través de los siglos ocupándose y preocupándose por los pobres, los desvalidos, los marginados, los cautivos y los abandonados, prestando su colaboración calladamente, sin pensar, ni remotamente, de que estaban haciendo la historia de la Córdoba de Nueva Andalucía, porque lo que interesaba, primeramente, era la recolección de limosna para la redención de cautivos, misión primordial de los mercedarios de aquellos años y de siempre; en segundo lugar era el enterramiento en sagrado. Como en esa época no existían los cementerios públicos como los de hoy, los cofrades accedían, por la limosna que daban para las redenciones, a su muerte, ser enterrados en los cementerios adyacentes a las iglesias, o dentro de ellas.

La Cofradía de la Merced es las más antiguas de Córdoba que ha llegado a nuestros días. Se fundó el 14 de septiembre  de 1589, inicialmente, como la Cofradía de la Redención y con el correr del tiempo fue cambiando de nombre por el de la Merced. En agosto de 1848 la Junta de Vocales sanciona las «Constituciones o Estatutos  y Ejercicios que deberán practicar los Cofrades de Ntra. Sra. de Mercedes», siendo aprobadas definitivamente el 5 de agosto de 1849. Estas constituciones están divididas en diez capítulos, que pretendieron ordenar y definir los derechos y obligaciones de los integrantes, en todos sus niveles, como así también cuestiones administrativas, legales y de actividades.

Tras un periodo de decadencia, hace unos veinte años las cofradías han vuelto a tomar gran fuerza, se han actualizado y hoy son organizaciones vivas, llenas de jóvenes y con un profundo sentido social de ayuda mutua y actuación entre los desfavorecidos de la sociedad, recuperando así sus raíces y razón de ser.